En la web del Museo del Teatro Romano de Cartagena
MYSTERION La Visión De Lo Trascendente En Bizancio18/12/2013 – 10/02/2014
El Museo del Teatro Romano de Cartagena en colaboración con el Centro de Artesanía de la Región de Murcia ha organizado una muestra de navideña «Mysterion. La visión de lo trascendente en Bizancio».
La muestra pretende trasladar al espectador la visión de la Navidad en Bizancio a través de tres iconos del Maestro Artesano de la Región de Murcia, D. Mariano Hernández, director del Taller de Iconografía Mhega. El artesano recoge toda la tradición artística del icono para plasmarla en obras inspiradas en originales datados en épocas medieval y moderna, la muestra ha contado con la colaboración del investigador bizantinista, Jaime Vizcaíno.
En ella se podrá contemplar el icono de la Anunciación que toma como prototipo una obra del artista Vlasis Tsotsonis, donde el arcángel viste una rica estola enjoyada similar a las llevadas por los emperadores bizantinos con motivo de las festividades. La Natividad inspirada en una tabla de la escuela del célebre artista ruso Andrei Rublev, datada en el siglo XV, y sigue la iconografía tradicional, fijada por escritos apócrifos como el Protoevangelio de Santiago (17, 3-18), de manera que la escena se ambienta en una montaña con una cueva central, donde yace acostada la Virgen tras alumbrar al Salvador, y por último el Tríptico de Las vidas de Virgen y Cristo que toma como modelo una obra datada a mediados del siglo XIII, conservada en el monasterio egipcio de santa Catalina del Sinaí.
El icono es una imagen sagrada que intenta representar lo invisible por medio de lo visible. La representación de fondos dorados, eliminando cualquier referencia al espacio y al tiempo, sugiere la luz celestial y simboliza su carácter divino. Los personajes aparecen representados en posición frontal huyendo de cualquier movimiento porque son perfectos y sólo la imperfección puede llevar al deseo de cambiar de estado.
En definitiva el artesano iconógrafo Mariano Hernández, recoge esta tradición artística y nos traslada al Dodekaorton, el ciclo de festividades litúrgicas bizantinas, donde, precisamente, dicha fiesta, que conmemora el nacimiento de Cristo, ocupa un lugar principal. Así el mysterion, lo oculto, se hace visible.